Quisiera compartir con ustedes la descripción de este lugar que para mi, deposita una riqueza cultural infinita, donde la cucufatería y la hipocresía limeña no tienen ningún espacio. Los personajes y la narración pueden ser de ficción o real, interesante para algunos y de encuentro con su identidad para otros.
Mientras su esposa demoraba chismeando con su casera. Ricardo le dijo que andaría mirando los otros puestos a ver si encontraba algo para los niños - inmediato enrumbo hacia el burdel más antiguo de Lima , el "San José" ubicado en Bauzate y Meza a dos cuadras del emporio comercial "Gamarra".
"La Parada", debe su nombre por ser el primer lugar de llegada de inmigrantes provincianos a la capital, se pueden encontrar viejos edificios que servían de hoteles, hoy en día están convertidos en depósitos de carretillas de ambulantes y de guaridas para ladrones, pero es en este sitio donde se empieza a marcar el reloj mercantil, verdulero y cachinero de Lima.
Acostumbraba llegar a las cuatro de la madrugada para ver iniciar el movimiento de compra y venta que llena a diario la despensa limeña. Entre los gritos de degollamientos de aves y carneros, caminaba tratando de no pisar el charco de sangre que existe en algunos mercadillos de los alrededores del mercado mayorista. Los más madrugadores comerciantes minoristas se llevaban el mejor producto al mejor precio, mientras algunos niños y ancianos estibadores (los cargadores de bultos) seguían su marcha incesante abriéndose paso a empeñones.
Ricardo se acercaba muy entusiasmado al antiguo edificio celeste de tres pisos, una vieja residencia de hospedaje de los años cincuenta, con numerosas habitaciones que servía para alojar a los primeros y recién llegados viajeros provincianos, ahora convertido en un prostíbulo que alojaba en cada cuarto a mujeres provenientes en su mayor parte del norte del Perú, incluidas ecuatorianas y colombianas, mantenidas en el anonimato, lejos de ser descubiertas por algún compatriota o conocidos suyos .
A pocas cuadras, entre los ropavejeros y cachineros se encontraban los veteranos alcohólicos de última linea, casi a lado de la puerta principal del moritorio de las hermanas misioneras seguidoras de la misma orden de la Santa Madre Teresa de Calcuta, el último rincón limeño ... así es una parte de la Parada, ahí, donde empieza las esperanzas para el que recién llega y acaba el de los más desafortunados.
¿ Cuanto por el servicio ? - dieciséis soles - ¿que incluye? oral , poses y desnudo completo hasta que acabes sin apuro papito, así empezaban a ofrecerse y el trato con las meretrices eran de todo tipo y para todos los gustos a elegir, rubias, morochas, altas, flacas, gordas y viejas de todos los colores y diversos temas de conversación para entretener mientras seducían.
En la Parada se puede encontrar de todo, en este submundo de segregados y arrinconados, conocido y despreciado por las mayorías de las élites de la capital de un país mestizo, se podía encontrar desde una muñeca rota hasta partes de maquinarias en desuso de alguna planta industrial. También logré a ver los restos de una avioneta.
Una feria de brujos es lo que encontré, si, y no lo podía creer, afanosos y acomodados adivinadores formados en fila, donde solo una tela oscura de color azul en cada consultorio los separaba del pasadizo principal. .Muchas cartas del tarot en el suelo, hojas de coca, piedras, velas encendidas, calaveras, cabezas reducidas y aromas que rodeaban a la clientela que se encontraban sentados frente a la bola esférica, angustiados y esperando que en la mesada del curanderismo andino, le mejoraran sus suertes.
El olor a barro de los zapatos de Ricardo, neutralizaba el olor característico a creso, ese liquido desinfectante utilizado en todos los corredores y habitaciones de los burdeles y hospitales del Estado.
¡Adelante, pasen y atíendase con la rica Lucero! una recién llegadita charapita ardiente, chibolita riquísima, según letrero informaban gritando los cafichos de aquel negocio, ex-presidiarios que trabajaban para quienes se llevan la mitad de todo lo recaudado, claro que con protección legal del amparo judicial, policial o municipal, que haciéndose de la vista gorda cerraban el circulo vicioso del "gran negocio".
Después de cerrar la puerta de su habitación del hotel y que ahora es ocupado por un puesto comercial en el tercer piso del edificio "Guizado", el pintor acuarelista Víctor Humareda recorrió por esos mismos pasadizos del burdel esperando encontrar a alguien que se le pareciera a Marilyn Monroe, allí donde se dice que todos los hombres son iguales, incluidos congresistas, sacerdotes, fiscales y curiosos que se dejaban llevar por su desenfrenado impulso hormonal.
Por las calles un vendedor ambulante caminaba vociferando su producto - ¡compre el manual del pendejo a solo un sol, el manual del pendejo!- mientras que en varias esquinas se agrupaban los hambrientos trabajadores, comensales del caldo de gallina o cabeza de carnero, que entretenidos con un vídeo de los cómicos de la calle del cholo cirilo y otros, saboreaban su "mistura" de sabrosos potajes del día.
...¿ y por atrás ? - no . por atrás no - era la manera de escabullirse de la conversación después de haber tanteado a la dama del oficio más antiguo de la humanidad...(continuara)