domingo, 5 de diciembre de 2010


El reelecto alcalde de Chorrillos y Mezarina de Barranco, este último, también muy cerca de ser reelegido en las últimas elecciones, no parecen poner el empeño suficiente para defender la paz y armonía de sus vecinos. Como en administraciones pasadas, el distrito de Barranco heredara algunos problemas, que la nueva gestión tendrá que resolver con determinación; como en el último y desatinado permiso para establecer los stands comerciales e informales "El Trigal" en pleno Parque Municipal y centro del Patrimonio Histórico de ese bello distrito; el triplay y las sabanas colgadas, son un atentado al arte de sus bellas y sobrias líneas arquitectónicas de su Iglesia, Biblioteca, esculturas y ranchos con zaguanes y ventanas enrejadas de un valor excepcional y de atractivo turístico.




En Chorrillos al igual que en el parque municipal de Barranco, los veraneantes y residentes estarán estos próximos meses sin Malecón para pasear y gozar de la brisa del mar, debido a la falta del entendimiento y disposición al dialogo de su principal autoridad, que ha resuelto en la paralización de esta obra por orden judicial y la falta de la aprobación del proyecto del ministerio de cultura.
En estos dos distritos hay una ruta interesante con un magnifico panorama que muchas ciudades del mundo ya quisieran tener, que se inicia desde Barranco por la avenida Pedro de Osma, parque Cuadros y por el Malecón hasta el Morro Solar, pero la obstinación a podido más que el bien común. Cada alcalde quiere darle un toque personal a su gestión y para bien o para mal, por alguna razón en el caso de Barranco se puede ver como a lo largo de estos últimos años se ha impuesto la informalidad de las vivanderas que para su beneficio comercial, consumen energía eléctrica que arrancan de los postes del mismo parque público para alumbrar sus puestos ó como también, las pintadas sobre el mobiliario urbano e histórico sin autorización, que nos demuestra una vez más, la rebeldía de una juventud sin autoestima cívica, que pide a gritos la atención de un programa cultural e integral para los muchachos.
Los protagonistas de esta maraña no deben rendirse en buscar la apertura al entendimiento con urgencia y añadir el aporte de nuevos elementos para dar la solución eficaz que todos esperamos, alcaldes, patronatos y el ministerio de cultura, no deben esperar a los jueces que podrían tardar años en sentenciar, como en el caso de "La lagunita" para que podamos dejar por fin a un lado, ese viejo pensamiento que nos dice, que las ciudades no solo han sido destruidas por las guerras y los terremotos sino también por el descuido y los malos gustos de sus alcaldes. La tranquilidad de los vecinos es el más importante fin y que encargamos a quienes elegimos para que vigile su cumplimiento, no hay razón para impedir la armonía de la convivencia vecinal con el respeto por su historia, el comercio y el entretenimiento formal y menos si su descuido vienen por la falta de autoridad de sus gobernantes para mantener el orden, quienes tendrán que afilar sus herramientas y agudizar su visión hacia un futuro de paz con la firmeza necesaria.
-En esta ultima fotografía, se observa en un paseo Barranquino como en la Alameda (ex- polvos azules) a Chabuca Granda del centro de Lima, quien mira sigilosamente el comercio ambulatorio que ha vuelto a su alrededor.