jueves, 6 de mayo de 2010


A cinco meses de las elecciones, ya podemos hacer un calculo de que bolsillos saldrán los fondos para que los candidatos puedan recuperar sus gastos publicitarios de esta larga campaña en marcha.
Algunos de ellos suponemos que ya los cuentan. Como a Kouri le ha servido ser presidente regional y sobrevalorar un aparato de tomografìa, dejando atrás un hirviente problema de delincuencia a solo dos cuadras de las pistas muy bien señalizadas de la región del Callao. Por eso ahora puede salir timidamente a repartir desayunos en el distrito más populoso de Lima. En San Juan de Lurigancho. Mismo lugar que su más cercana contendor Lourdes Flores lanzara su candidatura, con un mitin preparado y con discurso conocido y recalentado para sus simpatizantes. A estos dos no les convendrìa pelearse mucho tiempo pero el animo electorero siempre les pedirá show para entretenerse lo que dure estas fiestas electorales.

Hoy converse con dos taxistas, y uno de ellos me soltó su desairada expresiòn sobre sus gustos políticos hasta el momento...desconfiadamente uno de ellos dijo un humm humm por Lourdes y por Kouri se refirio a que era un mafioso. El otro taxista exclamò que la soluciòn seria un gobierno de regimen dictatorial. Pero el pueblo no tiene memoria y le gusta perdonar a quien se hace ver como una víctima. Así es que, si Lourdes no saca a tiempo su ventaja de ser mujer, se arriesgarìa a perder una vez más por una mejor organizada campaña de su más cercano contendor. Que ya viene ejerciendo lentamente. No basta permanecer en primer lugar sino además, eliminar al contendor definitivamente.

En el populorum como decía Tulio Loza. Lourdes no puede dejar de ser vista como una pituca, tratar de cambiar esa imagen solo provocarìa más desconfianza. Quizá no le quedaría otra mejor opción, que llevar en brazos una muñeca con esas características que la acompañe en sus presentaciones al puro estilo de Magaly Medina con la urraca, pero también ir tomando distancia de su no muy bien vista y bien papeada cúpula pepecista.